domingo, 20 de enero de 2013

III ABIERTO DE SCRABBLE REGION DE MURCIA

CRAPULEANDO

Lo primero que quiero hacer es pediros disculpas a todos, han pasado ya varios días desde que termino el torneo y sé que mi legión de impenitentes seguidores esperáis mis crónicas con ansiosa resignación, asi que supongo que todos os las prometíais ya muy felices creyendo que en esta ocasión os libraríais de ella, pues lo siento, tendréis que sufrirme al menos una vez más.
Resumir todo lo que aconteció este pasado fin de semana en unos pocos folios, es una ardua tarea, yo diría más bien que es prácticamente imposible para cualquiera, excepto claro está, para alguien con mi envidiable capacidad de síntesis, lástima que está a su vez no fuese acompañada por una mínima capacidad de sintaxis, también ayuda sin duda el que a mi edad la memoria  se va  perdiendo en relación inversamente proporcional al aumento del número de lumbalgias, asi que a estas alturas, con suerte para todos, la mitad de las cosas ya se me habrán olvidado- de la otra mitad ya ni me acuerdo.
En los días previos al torneo, los acontecimientos no hacían presagiar nada bueno…los jugadores confirmados, uno a uno y como si  una maldición los persiguiera, se fueron cayendo de la lista. Sobredosis de crustáceos de la especie Artemesia Longinaris (que son más baratos), operaciones en el pie, operaciones en el c… en otra parte, caídas fortuitas, gastroenteritis galopantes, virus recalcitrantes, familiares en fuga, cuentas corrientes en números rojos y ex maridos con mala uva, amenazaban con dejar el torneo sin participantes, a Dios gracias llego pronto la fecha, me temo que si hubiesen faltado quince días más acabamos con todos los jugadores de Scrabble del país.
El viernes a las 21,30 en punto recogí en la estación de tren a Raquel Topel y Graciela Dalmás y me encamine al hotel transido de alegría y también de hambre. Por allí ya andaban las tres intrépidas malagueñas, llegadas a bordo del Ford Fusión (que coche más feo por Dios), capitaneadas por Teresa y con el maletero repleto de alfajores, encargo de Ernesto y de ilusiones vanas. Cuando ya nos disponíamos a cenar llego Angels Lopez dispuesta a disputar con fiereza a cualquiera que se interpusiese en su camino el tan preciado último puesto…perdiendo para ello con quien fuese menester… por suerte al final y poniendo en juego para ello todas sus dotes de persuasión había convencido a Marino para que, voluntariamente- aunque  eso si a punta de pistola- la llevase al torneo, no sin antes verse obligada, con gran alivio por su parte, a abandonar a sus cuatro niños en la cuneta de la carretera de Manresa. A Marino no le gusta demasiado el Scrabble, eso se notaba enseguida, por suerte coincidió en la mesa con Raquel Topel, con la cual comparte la pasión por la arquitectura y la construcción, asi que nos amenizaron la cena ilustrándonos con una interesantísima conversación sobre cómo construir una catedral gótica en quince días sin que se te caiga al suelo.
Todos hemos vivido en nuestras vidas uno de esos momento en que más nos hubiese valido quedarnos mudos de repente… yo también lo he vivido: es ese momento en el cual te encuentras con la guardia baja y un amigo te pregunta: ¿…oye y como hacemos para ir desde el aeropuerto de Alicante hasta el hotel Entresierras a las doce de la noche? Y tú sin saber muy bien porque, en vez de ponerte a disimular silbando la Marsellesa respondes: ni os preocupéis, nosotros os recogemos….y allí nos tienes a Ernesto y a mi camino de Alicante a recoger a la numerosísima expedición catalana. Si creéis que Ryan Air es estricto en el tema de los equipajes estais muy equivocados y tendríais que haber visto a Ernesto midiendo el perímetro abdominal, el ancho de caderas y el volumen de los glúteos de todos, para intentar meter a cuatro personas, talluditas ellas, en su Opel Corsa, al final lo consiguió- eso si, los equipajes tuvieron que dejarlos en consigna, solo pudieron coger un slip y el reloj- y para la una de la madrugada, más o menos, estábamos en el hotel. Por supuesto que antes de irnos a dormir nos echamos unas partiditas, creo sinceramente que tendríamos que hacérnoslo mirar esto, pienso que un psicólogo argentino hallaría un filón en cualquiera de nosotros, bueno o cualquier psicologo aunque no fuese argentino, lo cierto es que cualquier argentino aunque no fuese psicologo nos diagnosticaria un monton de traumas infantiles, siempre que no juegue al Scrabble, aunque a decir verdad es tan raro encontrar un argentino que no juegue al Scrabble como encontrar un argentino que no sea psicologo... 
Cuando nos íbamos a la cama algunos juraron ver un espíritu atormentado deambulando por los jardines y que se oía una voz de ultratumba decir: ve hacia la luz…ve hacia la luz…al final resulto ser Santi  que se dirigía a recepción refunfuñando: no va la luz…no va la luz.
A la mañana siguiente fueron llegando los rezagados, por Tximo Pitarch y Pepe Baynat la verdad es que no hubiese dado ni un duro, yo he montado en el coche de Tximo y sabiendo que pretendían salir a las seis de la mañana de Castellón y aunque suspendí las matemáticas en el Instituto, utilice mis "bastos" conocimientos de fisica cuantica y desplazaminto de objetos inamovibles y calcule sin dificultad que llegarían al hotel para la quinta ronda más o menos, gracias a Dios que en un rapto de sensatez sin precedentes en ellos, al final decidieron robar un Mercedes y pudieron llegar puntuales a la cita. Otro que tampoco pensé que fuese a venir es Jorge Mulero nuestro intrépido debutante, pero al final venciendo el miedo escénico, su natural timidez y utilizando para convencer a su mujer el tan manido pero no por ello menos eficaz truco del: “voy a por tabaco”, allí estaba, preparado para lo  peor. En total 25 jugadores y un bye en ciernes, por suerte Mari Angeles se ofrecio voluntaria para abandonar las labores técnicas y dijo que jugaría aunque un poco a regañadientes…por suerte  para ella claro y por desgracia para mi que termine ñangotado y añangotado ante ella en la primera ronda, la cosa no podía empezar mejor...
En ronda dos me toco jugar con Angels Lopez Millan, creí que sería una partida fácil, pero no se en que estaría yo pensando en aquellos momentos... lo cierto es que a media partida me ganaba de ochenta puntos, entonces ella hizo una jugada genial, posiblemente la jugada del torneo:  puso sobre el tablero una D y un comodin y jugo DI en el triple de arriba por 7 puntos…yo estaba desconcertado, un sudor frio perlaba mi frente, estuve durante diez minutos analizando el alcance de la jugada, intentando adivinar cuál era la maquiavélica intención de aquella jugada maestra…sentí que estaba perdido, por suerte al final pude ganarle con un REPTADO in extremis. Confieso que aun hoy sigo sin comprender lo que pretendió con aquello.
En ronda tres Joana Rubio me dio un buen repaso (Scrabbelistico por supuesto), 210 puntos en las dos primeras jugadas me dejaron sin opción alguna de triunfo.
La comida del Sábado no nos deparo ninguna anécdota reseñable, al menos yo ahora mismo no la recuerdo y si la recuerdo prefiero no contarla…en fin, que no me acuerdo vamos. Los que pidieron spaghettis envidiaron a los que pidieron guiso marinero y paradójicamente los que pidieron el guiso marinero envidiaron a los de los spaghettis, por el contrario los que solo comieron ensalada no envidiaron a nadie, eso si sus estilizadas figuras fueron la envidia de todos, con el segundo plato no hubo tantas dudas y la raquítica dorada a la espalda nada pudo contra el espectacular cordero a la murciana.
Tras la comida y en ronda cuatro jugué con Mavi, 545 a 269, a ella no le salió nada y a mi todo además de que tenía muchos dolores en su pie, la verdad es que hizo un gran esfuerzo para venir y jugar el torneo en sus condiciones, gracias Mavi, muacksss…..
En ronda 5 una partida relativamente sencilla con Pepe Baynat, no tuvo muchas opciones, no sé si influyo en ello el que una pareja de policías  anduviera por allí husmeando y preguntando a quien pertenecía aquel pedazo de Mercedes.
Y en ronda seis Inma Rivas, en ese momento yo iba lanzado y le gane fácilmente en una cerrada partida.
Y llego la hora de la cena, el vino que en la comida bebimos con moderación , en la cena lo bebimos sin ella, debió de irse a la cama ( la moderación digo, ella siempre tan moderada) algunos se dedicaron, con más pena que gloria, es cierto, a inventar nombres de películas pornográficas usando como base el nombre de jugadores de Scrabble, otros – estos con mas acierto- se lanzaban mollas de pan al ojo y otros repasaban la lista de las de dos, hasta que Patxi sorprendió a propios y extraños ( sobre todo sorprendió a Joana) propinándole un lametón desde el cuello hasta la sien, cosa que Joana agradeció amablemente introduciéndole una botella de vino peleón por el c….uello del jersey ( no seáis mal pensados) y se lo escancio por el cogote.
La gente ceno atropelladamente, lo que iba a acontecer después era algo único y sin precedentes en la historia de los torneos, todos estaban deseosos de ser participes de esa experiencia nueva, apenas podían aguantar las ganas de salir del comedor y dirigirse en tropel hacia la sala de juego, hubo codazos, zancadillas y todo tipo de torticeras trapacerías, en un intento de ser los primeros en llegar… ¿la duplicada nocturna? No exactamente, ¡¡¡efectivamente!!! Lo habéis adivinado, había bebida gratis. La jueza se desgañitaba gritando infructuosamente que prepararan los tableros, mientras tanto todo el mundo se preparaba los gin tonic, aquello parecía un bingo, Vanessa desgranaba las letras con parsimonia: A de agua tónica…M de mezcal…T de tequila….C de cava…R de ron…I de hielo…u de Hungría…Isabel no paraba de reclamar silencio y de rogar encarecidamente que no volcasen los vasos sobre los tableros y Santi no paraba de decir: “puedes repetir por favor”. Entre los cubatas y el monótono soniquete yo me estaba quedando dormido, menos mal que Teresa se encargaba de despertarme amablemente con el infalible sistema de atizarme una patada en la espinilla.
Los efectos del alcohol se hacían notar, no solo en los jugadores (gano Patxi con un exiguo 86 % y algunos no llegaron ni al 10) si no también entre los que corregían la Dupli ¡¡¡ por Dios!!! En un principio me daban a mí como ganador, en una segunda corrección baje al sexto puesto y al final creo que me quede octavo, pero eso era lo de menos. Se armaron partidas informales por parejas, tríos y cualquier otra combinación que se os pueda ocurrir y cuando el cerebro empezó a reclamar hidratos de carbono de rápida asimilación para intentar paliar los estragos que la sobredosis etílica producía en sus rezumantes neuronas, arrasemos con los alfajores de Ernesto, para conseguir pasarlos, solo nos quedaba ya el agua de las cubiteras. Por cierto, del prometido karaoke ni rastro jajaja…parece mentira que aun no me conozcáis Por suerte las habitaciones estaban muy cerca de la sala asi que más o menos todos consiguieron llegar a sus aposentos- algunos menos que mas- aunque fuese a tatas.
El Domingo en ronda 7 me enfrentaba a Teresa Soler, yo tenía una espinilla dolorida que clamaba venganza, pero también tenía un resacon de cojones que me impedía ver con claridad los scrabbles, asi que Teresita me endoso una paliza de las que escuecen: 517 a 340…ojala se te rompa el trofeo en el viaje.
En ronda 8 yo seguía con resaca, a Ernesto en cambio se le había pasado ya al parecer y me atizo otra paliza de las que escuecen: 534 a 386.
Yo ya estaba demasiado escocido y tenía que salvar la honra como fuese en la última ronda, enfrente Jorge Mulero, compañero de club y debutante audaz, estaba haciendo un torneo muy bueno y a punto estuvo de redondearlo en una ajustada y bonita partida que al final se decanto de mi lado por los…elos.
Lo que siguió ya lo imagináis, ganadores felices, perdedores llorosos, reparto de premios, despedidas precipitadas de algunos, parabienes y felicidad sin par…Para culminar hubo comida de despedida: una paella medianamente aceptable y un caldico con pelotas para calentar previamente el estomago, la pelota murciana debe tener el tamaño aproximado de una pelota de tenis y una textura suave y agradable, pero las que nos pusieron allí tenían el tamaño de una pelota de golf…el aspecto de una pelota de golf…y os juro que la consistencia de una pelota de golf. Lo más destacable de la comida fue protagonizado por Pepe Baynat y Tximo, no sé cuanto vino habrían bebido, pero se les ocurrió la descabellada idea de transformar el próximo abierto de Castellón en el primer abierto  de Apalabrados, con supuestas subvenciones monetarias y el susum corda…Ernesto al tercer vino los apoyaba, nunca oi nada igual,  un movimiento cismático en este nuestro humilde juego.
Poco a poco la gente se iba marchando y mi melancolía crecia por momentos, empezaba a darme cuenta de la cruda realidad… y era horrible.Totalmente deprimido ni siquiera fui capaz de llevar a los catalanes al aeropuerto, los lleve a Murcia y los abandone a su suerte en la estación de autobuses.
Asi que entenderéis que terminara el torneo totalmente aciguatado y tomara la decisión de pasar unos días enclaustrado en un monasterio cisterciense, entregado a la vida contemplativa y a la reflexión y sometiéndome a agotadoras sesiones de autoflagelo ( por cierto, que me vino de perlas para ello, el látigo de siete colas que te regalaban al comprar la trilogía de 50 sombras de Grey) Además de cubrir todo mi cuerpo de cilicios, en un intento de expiar siquiera fuese en parte mi tremendo fiasco.
Y bien, ahora ya sabeis porque se retraso tanto mi crónica y lo peor de todo es que creo que no dio resultado nada de lo que hice, posiblemente la solución era mucho más sencilla, quizás bastaba con "malescribir" esta crónica y esperar los amabilísimos halagos que seguro que me haréis  por ello, no sé si sinceros o no, pero eso al fin y al cabo es lo de menos, lo importante es que escribir estas líneas a mi me ha servido de catarsis, transmitiros mi deformada visión del torneo me ayuda a olvidar mi penosa actuación…también me ayuda la excepcional actuación de todos los Escrabelicos, pero tampoco quiero abundar en ese tema (para eso ya tenéis la crónica del Santandreu), todos sabeis ya quien gano y quien perdió en el torneo, aunque a mí me gustaría pensar que en realidad los que ganamos fuimos todos, en un fin de semana inolvidable, pleno de buenos amigos, entrañables momentos y bellas palabras.

                             ELCRAPULA


martes, 15 de enero de 2013

HISTORIAS DEL SANTANDREU POR JOANA RUBIO

Era cuestion de tiempo, mi limitada inspiracion ha terminado agotandose, asi que para redactar la cronica de este torneo he tenido que contratar a un "negro", en este caso una pluma excepcional puesta al servicio de este emborronacuartillas, aqui os dejo esta maravilla escrita por mi gran amiga y mejor persona Joana Rubio:

Las personas que van a los torneos de Murcia, lo hacen con dos certezas: una es saber que les van a tratar de maravilla y otra es que volverán de allí con un par de kilitos de más, por lo bien que se come. Con ésta perspectiva, 8 osados jugadores de los clubs de Girona, Sant Andreu y Poblenou (Barcelona), volaron con RyanAir. Daba igual los riesgos a asumir con dicha compañía aérea, valía la pena, con tal de no perderse el jolgorio.
El vuelo se retrasó su buena horita y mucho, y mientras esperaban (histéricos por no poder fumar, y cabizbajos por perderse la primera cena murciana), en aquellos pasillos aeroportuarios (que bonito palabro!), se encontraron haciendo cola, para otro vuelo, con  Mister Ovni Atac. Dicho caballero, se hizo el suizo, esforzándose en pasar desapercibido ante la horda de jugadores escrabilísticos que insistía en que estaba en la fila equivocada, que el vuelo a Murcia era otro, y sin hacer ni caso se metió en un vuelo destino a una isla, aún tiene que estar buscando el hotel Entresierras. Una hora y cuarenta y dos minutos más tarde de lo previsto, apareció en la pantalla la puerta de embarque con destino a Alicante. Si, iban a Murcia, pero luego explico lo de Alicante (ansias!).  Y con esa información llegó también ese momento de pánico escénico. Ese en el que pasa el caballero o dama de RyanAir con una caja en modo guillotina, si tu maleta pasa por la caja, chachi…si no, saca la pasta que esto es un atraco. Pasaron todos, menos  Joana Rubio, quien padece la enfermedad viajera denominada “porsitis” (es decir llevar una maleta con mucha ropa por si hace frío, por si hace calor, por si hay que ponerse guapa, por si te manchas, por si, por si…etc.).
Ya instalados en el avión, todos sincronizaron sus relojes. El viaje empezaba ahí, y el destino les esperaba. Al llegar a Alicante, Gloria y Patxi desaparecieron misteriosamente,  mientras algunas damas acudían a los servicios públicos, por urgencias fisiológicas que no vienen al caso. La cuestión es que la desaparición de dos de sus miembros en el aeropuerto de Alicante, provocó un minuto de inquietud, tiempo que tardó en llegar la sagaz deducción de Montse Sanchez Llapart: la dosis de nicotina les había llevado a volar raudos hacia la calle. A la intemperie, con paciencia infinita, les esperaban dos de los organizadores, El Crapula y Ernesto Senestrari. Ambos, se habían metido entre pecho y espalda, una horita de viaje desde el lugar del juego en Murcia al Aeropuerto de Alicante, y seguían dispuestos, sin asesinarlos, a zamparse otra horita de viaje en coche para llevarlos al Hotel Entresierras.
La logística de distribución del personal fue fácil. Las personas cuya suma de alturas no fuera superior a 4,71 metros irían en la parte de atrás del coche de Ernesto Senestrari. Y delante alguien de mayor volumen físico. Costó su tiempo, pero oh, maravilla!, la suma de las alturas de Montse Sanchez Llapart, Alicia Acosta y Joana Rubio…era exactamente esa. El resto de viajeros se acomodaron en el vehículo de El Crapula, de dimensiones más generosas (las del coche, joerrr!!).   
Después de la hora de viaje, el Sr. Senestrari mostró a sus invitados, el aspecto del hotel desde la autovía. El aspecto era de puticlub, con luces de neón y en vez de Entresierras, ponía el Palacio del Placer. Pero claro, los murcianos son muy amigos de poner motes, así que creyeron que era la forma que tenían de referirse a la gran calidad del hotel donde iban a alojarse. Así que las damas, del coche que conducía el Sr Senestrari, se creyeron a pies juntillas que ese era el hotel de destino.
Llegado al auténtico Hotel Entresierras, mucho más decente y desde luego muy cómodo, les fueron asignadas sus habitaciones. Y comprobaron que el método de conservación por frío, era ideal para despejar las ideas y  mantener el cuerpo joven y activo. Es decir, algunas personas durmieron con tantas capas de ropa como una alcachofa, en honor a la huerta murciana, otras parecían Rambo repitiendo su “no me siento las piernas”,  y los que no compartían habitación acumularon mantas en su cama, dejando así de reproducir la quinta sinfonía de Beethoven con el castañeteo de sus dientes.
La gente fue puntual, madrugó, desayunó y ante la insistencia pastoril de El Crapula, empeñado en cumplir el cronograma, el dócil rebaño se plantó frente a la sala de juego dentro del horario previsto. 28 jugadores, inquietos y deseosos de iniciar las partidas en un salón caldeado (por fin!), y con unas mesas que permitían poco menos que tumbarse a echar la siesta, sin molestar lo más mínimo al vecino.
Se jugó. Iban ganando los que jugaban mejor, los que tuvieron más suerte y los que sabían más palabros (vale, lo sé… es una perogrullada, pero es que yo no tengo paciencia para ir destripando partida tras partida de un torneo, eso lo hace de coña El Crapula).
Tres partidas más tarde nos fuimos a comer. La excelentísima presidenta del Club Escrabelico, Maria Angeles Muñoz, quien iba a ver los toros desde la barrera, pero que para evitar byes indeseados se sacrificó y jugó (muy bien por cierto!), había elegido sabiamente las viandas. Comimos unos estupendos platos de recetas murcianas, excepto los adictos al menú infantil (macarrones y pechuguita de pollo, especialidad de José Maria Riera). La mesa era larguísima, parecía el convite de una boda. Y corrió la bebida y la comida, seguida de postres buenísimos y todo light para  hacer soportable la larga tarde y noche que tenían por delante.
Se jugaron las siguientes partidas, con idéntico resultado: ganaron los que tuvieron suerte, sabían más estrategia y pusieron palabras de mucha puntuación. E incluso había premio para quien pusiera una palabra murciana, y allá que se lanzó la queridísima Graciela Dalmas (enza, fue su palabra). Terminadas las rondas previstas, y ante el pavor de ducharse en el congelador que en el Hotel Entresierras denominaban “habitación”, muchos jugadores optaron por acudir al bar a tomar algo para entrar en calor. En ese momento, una jugadora habilidosa Àngels Lopez Millan, comunicó al resto de personal que si pedían otra tarjeta en recepción podrían dejar encendido el aire acondicionado. Loada sea, todos pusieron la calefacción a unos confortables 30 grados, ideal para dormir cómodamente. Pepe Baynat, se ahorró pedir la tarjeta de llave a recepción, colocando una tarjeta de crédito en la ranura que activa la luz de la habitación. El muchacho vino en mercedes, era lógico que supiera darle usos útiles a la tarjeta visa. Chico listo. Después de una frugal cena (es ironía, en Murcia se come de pecado, y los pecados siempre tienen que ser excesivos para que molen), hubo de todo…chistes gloriosos de la Sra. Sanchez Llapart, fotos, requerimientos a los pobres y encantadores camareros que nos atendían sobre un vino blanco exquisito que descubrieron los inquietos paladares de ciertos jugadores, Santiago Rosales pidiendo ordenadores para informar a la comunidad,  un incidente sobre un brote de lameteo perruno del Sr. Patxi Navarro,  jartura de postres hipercalóricos, y locuras transitorias varias…finalmente se jugó la duplicada nocturna. Resultado: ganó el que mejores palabras sabía, colocándolas en el sitio ideal (o sea, Patxi Navarro… si, si…ese que conoce al DupMaster  mejor que a los dedos de su mano).
Después de todo el día de juego, los más sensatos se fueron a dormir. Los insensatos, los de siempre, abusando de la hospitalidad murciana decidieron sucumbir al calor del abundante alcohol, para sobrellevar la fría noche y el riesgo de que, al final, la táctica de la tarjeta para que funcionara la calefacción fuera inútil. Y sí, además de beber, se jugaron partidas de las denominadas comúnmente “promiscuas”: chicos contra chicas, por parejas, por tríos..en fin, este juego  no es tan serio como parece.
A medida que el bebercio hizo entrar en calor a la gente, fueron desapareciendo en sus habitaciones, para poder coger el sueño y levantarse despejados para seguir jugando. Tras un descanso reparador, bajo los efluvios del alcohol, y el aire acondicionado funcionando a tope (los del Hotel habrán tenido una punta de suministro eléctrico superior a la media de una fábrica de altos hornos), desayunaron y se volvió a jugar. Todo ello a buen ritmo. Jugaron, perdieron y ganaron, y me remito a párrafos anteriores al respecto.   
Al final, ganó Vanessa Amorós, Alicia Acosta, Ernesto Senestrari (por este orden). Teresa Soler fue la mejor sub1800. Graciela se llevó con su “enza”, el premio a la mejor palabra murciana. Patxi ganó la dupli. Ernesto creo que fue segundo y Alicia Acosta ganó el mejor sub1200 en esa especialidad. Y si no es así, al paciente lector le agradeceré que mire los sitios serios y oficiales. Quien suscribe solo recuerda: lo bonito de la entrega de premios, el gran arbitraje en el clásico de Isabel Mula y de Vanessa Amorós en la dupli, la predisposición de Maria, la niña de Isabel Mula, que nos fotografió, entregó planillas, controló y ayudó con una disciplina casi militar, la dulzura de la mujer de Ernesto que hizo de corremesas sonriente todo el torneo, de lo divertido de la foto de grupo, que Tximo Pitarch complicó con su iPad y su estupenda funda que tapaba el objetivo, de Maria Victoria Carretero y perpetua sonrisa por mal que le fueran las partidas, de las conversaciones pre y post ronda con jugadores experimentados y noveles y la pasión que nos impedía alejarnos demasiado de la sala de juego, para volver inmediatamente al tajo o de la gran comida que fue el colofón del torneo (más comida murciana, sopa con pelotas que suscitó la discusión de si llevaba canela o curry, ganó Gloria Bigorra que reiteraba convencida que llevaba curry, después de una investigación en cocinas por parte de Santiago Rosales, más vino blanco Capitán Barbadillo…que nos recordó por su chispa y calidez a nuestro querido Antonio Álvarez, que se “cayó” de la lista de participantes). Muchos abrazos, muchos besos, muchos deseos de un pronto reencuentro. Añoranza de los que no pudieron venir  (Juan José Novoa y su virus, Eufrasio Millán, Álvaro Noguer, Maria de Arcos y el ya citado gran capitán), y de todos los que aún estaban allí pero ya olían a carretera y manta.
A las cinco de la tarde, aquellos 8 participantes volvían de regreso con RyanAir, eso sí…después de una bonita ruta turística por Murcia y sus alrededores, cortesía de El Crapula, en búsqueda de la estación de autobuses. En el autobús de camino al Aeropuerto de Alicante, algunos jugadores durmieron reposadamente, recuperando fuerzas tras tan dura experiencia. Alicia Acosta, recostada amorosamente en José Maria Riera, Patxi Navarro dando cabezazos insistentes contra el cristal, y Santiago Rosales obligando a Imma Ribas a sacar medio cuerpo fuera del asiento pues optó por la oscilación corporal mientras dormía. Gloria Bigorra, Imma Ribas, Montse Sanchez Llapart y Joana Rubio, por si no habían hablado bastante durante todos esos días…siguieron ejercitando sus muy amplías capacidades comunicativas en perjuicio del resto de usuarios del autobús, que permanecían en un respetuoso silencio.
Ya en el aeropuerto, contando con la compañía en el mismo vuelo de otra jugadora la internacional Raquel Topel, a la que hemos pensado adoptar, subieron al avión y después de pedir a todos los dioses un viaje tranquilo y rápido, para hacerlo más llevadero siguieron hablando y comentado  de Scrabble y del grandísimo torneo que habían organizado ese grupo tan estupléndido y fantabuloso que conforma el Club Escrabelico.
El resumen, porque ya estarán ustedes hasta los mismísimos de tanta letra: no se pierdan ningún torneo que organicen en esa tierra. Valdrá, sin duda alguna, la pena. Gracias, Escrabelicos. Enhorabuena a los ganadores. Gracias a todos los que participaron, de una forma u otra. Independientemente del juego y sus avatares, lo mejor de lo mejor, siempre es la gente. 

PD: Ante los requerimientos de una crónica crapuliana, el pobre El Crapula agotado pero incapacitado genéticamente para negarnos nada, dijo que la haría, pero que organizar el torneo le pasaba factura y que quizá tardaría. Este escrito no tiene la pretensión de substituir dicha crónica, pero es otro punto de vista. No llega a colaboración estelar, ni muchísimo menos. Pero el torneo se merecía una alabanza y su gente más, y por eso está ahí, tal cual. 

             JOANA RUBIO  EL CRAPULA