martes, 17 de julio de 2012

V TORNEO RURAL DE CANYAMARS

CRAPULEANDO
Acabo de regresar  a casa después de un largo periplo de 1500 Km. pleno de aventuras, desventuras, anécdotas, alegrías, decepciones, sorpresas, risas...buenos amigos, sobre todo de esto último y lo único que en este momento puede aliviar mi inconsolable desconsuelo es revivir con añoranza todo lo acontecido en estos seis días mientras releo una vez más el Ítaca de mi admirado y adorado Kavafis. Por medio un torneo de Scrabble, que empezó siendo una excusa y acabo por convertirse en protagonista…definitivamente: ¡Canyamars es especial!
Mi primer escollo fue tratar de encontrar un buen sitio para alojarme. Después de barajar varias posibilidades de un extremo al otro de Cataluña y con los acertados e impagables consejos de muchos amigos que viven por allí – y por favor no veáis en esto la mas mínima brizna de sarcasmo-  encontré una inmejorable oferta: un magnifico hotel de cuatro estrellas a escasos 300 metros de la playa y por solo 135 pavos las tres noches…la cosa no podía empezar mejor…pero lo hizo y me encontré con la inesperada posibilidad de viajar un día antes de lo previsto, así que el Jueves partimos con rumbo a Mataró previa escala en Peñiscola. Bellísima ciudad, nos bañamos en sus transparentes aguas, visitamos su castillo y su centro histórico, cenamos en una maravillosa terraza…algo idílico, eso sí en la comida del mediodía nos pusieron una paella de marisco cuyo principal ingrediente era la brisa marina y que hubiese mejorado bastante su sabor con un par de raspas de anchoa…en fin menudencias, además esperaba resarcirme el Sábado del “mar” sabor de boca.
El Viernes proseguimos viaje rumbo a Mataró y sería injusto proseguir adelante en mi relato sin expresar mi eterno agradecimiento a un anónimo empleado del peaje de Martorell que con sus precisas y amabilísimas indicaciones me aconsejo la ruta más corta a mi destino, además de permitirme disfrutar a la vez, de una interesante tour por algunas de las calles más céntricas y transitadas de Barcelona y como colofón una visita al puerto olímpico en cuya contemplación pude recrearme plácidamente inmerso en un atasco de 45 minutos. Por fin llegamos al hotel que resulto ser espectacular, todo muy limpio, todo nuevo, las habitaciones gigantescas con un baño mastodóntico, no faltaba ni un detalle y la situación del mismo  -teniendo en cuenta que viajábamos en coche- era inmejorable: justo enfrente una gasolinera, a su derecha la Seat y la Fiat, a la izquierda la Renault y la Skoda y en la calle paralela la Volvo y la Citroën… Mari jura y perjura que desde nuestro balcón se alcanzaba a ver en lontananza y coronando una nave industrial de color verde la estrella de la Mercedes. Lo primero que hicimos fue coger un par de toallas, la crema solar factor 50 y encaminarnos ávidos e ilusionados a recorrer los 300 metros que nos separaban de la playa…efectivamente, allí estaba el agua, pero antes había que cruzar la vía. La valla que la protegía era demasiado alta incluso para alguien con mis dotes atléticas así que optamos por rodearla, era obvio pensar que muy cerca habría un acceso peatonal y por supuesto que lo había, justo llegando a Premia de Mar se podía cruzar sin problemas, debimos intentarlo hacia el otro lado que el paso estaba en Sant Andreu de Llavaneres…pero al fin conseguimos llegar…y nuestro gozo en un pozo, olas de más de dos metros y bandera roja, solo estaba permitido mojarse los pies por turnos y unidos al socorrista mediante una maroma. Abatidos decidimos probar suerte con la comida pero solo encontramos abierto en las inmediaciones un bar de polígono, de dudoso aspecto y en el que servían lo que ellos denominaban menú de mecánico, al final descartamos comer allí: demasiada grasa…Por la noche conseguimos arreglar un poco el dia, cenamos en el puerto aceptablemente bien y después nos tomamos unas copas en un chiringuito chill out a la orilla del mar en el que termine haciendo el más espantoso de los ridículos al indicarle al camarero que el disco se había rayado, este me miro con aire condescendiente y me espeto:
-Caballero, el disco no está rayado, esta música es así…
Pague y me largue de allí cabizbajo sin poder entender aquello.
Y por fin el oasis: Canyamars, nos levantamos muy temprano, quería estar allí el primero y lo logre…en realidad no podía ser de otra forma porque me equivoque de sitio y allí no habia nadie más...ni lo hubo. A Dios gracias tampoco llegue el último, bueno a Dios y a Xavi Camprubi que traía la ruta: Castellón-Tarragona-Sant Sadurni-Plaza Catalunya-Llavaneres…al final llegamos ex aequo. Tras los besos y parabienes, nos  adentramos encomendándonos a todos los santos en un frondoso bosque, del que yo al menos, no pensaba salir a tiempo para el mundial, pero nuestro experto guía Neme nos llevo sin novedad mas allá del quinto pino.
Lo primero era hacer un rápido reconocimiento del terreno y cuál fue mi sorpresa al encontrarme de repente frente a frente con: ¡un jabalí!...intente conservar la calma y de inmediato ordene a las mujeres y los niños que se situaran a mi espalda y estuviesen tranquilos, no sabía yo muy bien cómo abordar la situación, entonces apareció Neme y me presento a Txiqui, su mascota que para mas escarnio además estaba en una jaula. Ya sin más contratiempos empezó el torneo continuamente amenizado por los canes cantores del Tirol.
Mi actuación fue bochornosa, así que os ahorrare detalles escabrosos y obviare mi habitual repaso pormenorizado de las partidas. Baste con decir que tras cada derrota y en espera de la siguiente me dedique a deambular por el entorno: ora viendo a Txiqui revolcarse en su chiquero, ora viendo copular a los perros de forma compulsiva ( que parecidos a los humanos verdad?), ora dejando que un simpático poni lamiera mis heridas o mi opción favorita: teniendo unas amigables charlas con un simpático loro que parecía ser el único que me comprendía en aquel lugar…hasta que lo descubrí chivándole a Tximo las letras de mi atril ¡¡¡Qué gran decepción!!!
A partir de ese momento me entretuve en deleitarme en la contemplación de toda la belleza que me rodeaba, que era mucha y termine viendo cosas que solo un ojo como el mío, hábilmente entrenado en la observación de la naturaleza y acostumbrado a no dejar escapar el mas mínimo detalle, podría llegar a descubrir ¡¡¡Que gran satisfacción!!!
Buenopero dejémonos de circunloquios y vayamos a lo que de verdad importa: los aperitivos y la paella. Estaba todo riquísimo y conste que de algunas cosas hablo de oídas porque me fue imposible probarlas antes de que Tximo y los dos Xavis arrasaran con ellas. La paella estaba buenísima, nada que ver con la de Peñiscola, por ponerle una pega (y adjunto una foto como prueba) todo el centro quedo al descubierto, podría haberse resfriado el arroz sin tapar.
Si me quedaba alguna esperanza de remontar por la tarde, Joana de forma sibilina acabo con ella. Arteramente y sin que yo, inocente me percatara de ello, dejo caer subrepticiamente y hábilmente camuflado en mi vaso alguna cantidad indeterminada de vodka caramelo, que yo ignorante bebí.
Tras la comida, una peligrosa amenaza de lluvia provoco un cisma en el torneo: los de las primeras mesas ocuparon sin darnos opción el amplio y cómodo porche principal de la casa, justo al lado de la mesa arbitral, mientras los parias nos acomodábamos en los alrededores como buenamente podíamos y para impugnar una palabra teníamos que desgañitarnos llamando a Enric…y para colmo nos dejaron sin gominolas.
Pero tuvieron su justo castigo: una bendita viga, sin duda puesta allí por intercesión de San Impugnacio patrón de todos los jugadores mediocres de Scrabble, fue golpeando una tras una las cabezas de todos los jugadores que frecuentaban las mesas principales, sorprendentemente, en la de Neme los chichones eran especialmente visibles, incluso Enric acabo con las espinillas llenas de moretones…bueno, en realidad si he de ser sincero hubo alguien que se libro de los coscorrones a pesar de jugar en mesas altas, aunque para ello tuviera que jugar sin zapatos…pero mejor será que para preservar su anonimato y mi integridad física no diga de quien se trata.
Creo que hoy estoy siendo cruelmente extenso, así que iré concluyendo, si normalmente mis crónicas de los torneos de un día ya no hay quien pueda terminar de leerlas no quiero ni pensar lo que será si alargo excesivamente esta, creo que algunos se quedaran dormidos en el atasco del puerto. Además corro el riesgo de que E.L. James se querelle conmigo por privarle de una legión de lectores para sus 50 sombras de Grey (aunque después de la entusiasta recomendación de Joana y la brillante sinopsis de la historia con la que la acompaña…dudo mucho de que alguien la compre)
Mejor sub-1800 para Xavi Alarcón, que aunque en los días previos al torneo no se canso de decir que venía solo por el arroz, debió de cambiar de opinión y decidió ir también a por el chorizo y el lomo.
Mejor progresión del torneo para Xavi “chupaelo” Camprubi (aquí obviare el chiste fácil).
Tercer puesto para Neme “yomeloguisoyyomelocomo” Moreno.
Subcampeona del torneo: Montse Sánchez (Montse, fue muy divertido lo que contaste de Patxi, pero a mí no me quedo muy claro. En la próxima comida nos lo cuentas otra vez pero con mas detalles…)
Y ganadora absoluta del V torneo de Canyamars: Montse Hergueta.
Enhorabuena a todos los ganadores y que os aproveche…
Lo mejor la despedida ( por varios motivos), Neme en plan gran anfitrión, nos dio las gracias, nos emplazo para el año que viene y nos abandono a nuestra suerte en el bosque justo cuando ya empezaba a anochecer…menos mal que Joana cuando estábamos perdidos paro y le pregunto a un amable jabalí que pasaba por allí y nos indico el camino de Llavaneres, peor suerte tuvieron Xavi Camprubi y Manoly que iban por otro camino a enlazar la autopista, a día de hoy aun no he sabido nada de ellos, espero que hayan podido salir de allí sanos y salvos.
No creo que nadie en su sano juicio después de leer esto piense que me volverán a ver el pelo en Canyamars…pues bien se equivocan, a pesar de todo lo relatado fidedignamente en esta crónica, juro que volveré………………….a perderme.
P.D. Ya sé que a nadie le interesa lo mas mínimo, pero por si acaso os diré que mi aventura Mataronense acabo en urgencias después de intoxicarme en la cena del Domingo. Así que para la próxima ocasión os pido por piedad que me habilitéis un rinconcito junto a Txiqui o junto al poni (del loro traidor no quiero saber nada) yo me conformo con poco pero por lo que más queráis no hacedme volver a alojarme en Mataró.

                          ELCRAPULA

4 comentarios:

  1. Maravilloso...el mejor cronista con diferencia...que gozada de lectura....un sobresaliente!!!! grande grande Crápula

    santi

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  2. Leñe, por una vez me han arrebatado el honor de poner el primer comentario...

    Casi se está poniendo más difícil comentar tus crónicas que escribirlas.

    Divertida, interesante, intrigante incluso... por ejemplo: ¿qué contó Montse sobre Patxi? ¿cuál es ese juego de palabras "obvio" sobre Camprubí?...

    ¡Cómo te luces desde que no te hago la competencia! eh? ajajja.

    Enhorabuena!

    Teresa

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  3. guayyyyyyyyyyyy!!!!!!!!!! me senti alla con todos los placeres y pequeñas dificultades (yotambien me perdi, el gps no tenia cobertura,tarde 5 horas para llegar a mi casa,jajajaja!) Magnifico Crapula..!

    ieda

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  4. Crapu!!! eres un fenomeno......lo próximo va a ser editar un libro con tus crónicas einn??? jejejejejeje


    Taci

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